Es día de muertos y las flores de cempasúchil están desapareciendo. Antonio jardinero acepta de Florecita, la misión de regresar el color y los aromas a esta mexicanísima fiesta.
Después de escuchar de boca del abuelo la historia del nacimiento de México, Rosita y José deciden organizar una fiesta de cumpleaños con adornos, música, comida y demás elementos indispensables. En el proceso se enteran que la patria está enferma y descubren todo lo que pueden hacer para que ¡Viva México!
Todo parecía indicar que este sería un verano fantástico hasta, que Claudio se muda al vecindario y se convierte en el peor enemigo de Diego, quien es ayudado por su padre a preparar la fórmula más efectiva para desaparecer a los enemigos. No solo hay que conseguir todo tipo de ingredientes desagradables que podrían agregarse al pastel, sino que hay que cumplir con una tarea en extremo difícil, para que el plan surta efecto.